Foto del petrilla en la regata Toubes. (C) Julian
La regata empezó muy temprano para algunos tripulantes como Luigi y Santi, que tuvieron que madrugar para poder llegar a Rianxo para la salida en ese caluroso día veraniego.
El resto de la tripulación estaba compuesta por Jorge, Maligno y Jaime.
El viento aunque escaso fue suficiente para impulsar a todas las unidades participantes en el recorrido costero que sale desde las inmediaciones del puerto Rianxeiro, con boya de desmarque, seixo, moscardiño, ter, seixo y llegada de nuevo en Rianxo, completando un recorrido de 14 millas.
Todos estos nombres eran y siguen siendo desconocidos para nosotros y tuvimos que ir siguiendo a los demás barcos para saber a donde había que ir e incluso preguntar a las embarcaciones de control de cual era el nombre de las distintas balizas por las que pasábamos, vamos, toda una odisea.
Al virar la boya de desmarque, a la que extrañamente había que dejar por estribor, y con el consiguiente rifi-rafe con alguna que otra embarcación que pedía interior estando por nuestra popa (hay que repasar el reglamento de vez en cuando) la ensenada de Rianxo adquirió un bonito colorido con todas las unidades regateras con sus espinaker desplegados para aprovechar una ligera brisa que soplaba del norte, las unidades de mayor eslora tomaron la delantera de la flota, y los favoritos fueron tomando los puestos de cabeza de cada categoría hasta que a la altura del Moscardiño una encalmada provocó un reagrupamiento de las unidades.
Nosotros llegamos cuartos en tiempo real a la baliza que nos colocaba de primeros ya que le sacábamos casi dos minutos a nuestro mayor rival el Viajes Atlántico.
Un nuevo role a sur hizo que la flota navegase de ceñida hasta el Ter, siendo de nuevo el regreso a Rianxo en popa, luciendo otra vez las embarcaciones la vistosa vela multicolor.
Una nueva encalmada en la ensenada de Rianxo propició que las unidades que viajaban en las primeras posiciones se vieran alcanzadas por las unidades perseguidoras, o peor aún como en nuestro caso que se viesen superadas al quedar atrapados en un pozo de viento que no supimos o pudimos envitar.
Un nuevo role a norte propició la llegada a meta otra vez de ceñida.
En la clase Crucero-Regata el Viajes Atlántico de José Manuel Pombar del club náutico Caramiñal, mantuvo una dura pugna durante toda la regata con el Andarivel, aunque el role final de la ensenada rianxeira propició que el Fixius de Miguel Perez-Lafuente (C.N.Villagarcia) ocupara el segundo lugar, relegando al Andarivel de Ricardo Valdés del L.C. Villagarcía al tercer puesto.
Nosotros tuvimos que conformarnos con la penúltima posición en una regata de la que hemos aprendido mucho y de la que no sacamos un buen resultado.
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